miércoles, 17 de junio de 2009

Zánganos (quería usar la palabra pero no logró entrar ni con clazador así que la pongo de título —sin referencia a nadie… o a todos—)


Después de mi post en contra del voto nulo me contestaron con una carta de Denise Dresser. Yo no la pongo porque es una cadena de mail, pero si la quieres leer esta en la página de Ciudad Alterna.

No me quiero poner al brinco con Denise Dresser porque sé que tiene infinitamente más experiencia en esto, tiene una mente con una capacidad de análisis crítico más desarrollada y además mucha más formación en el campo. Pero hay partes de su carta —si es que realmente la escribió ella— que resultan chocantes al leerlas y que me rehúso a creerlas como dogma (como muchos de los simpatizantes lo hacen nomás porque concuerdan).

Denisse cita a un doctor en historia de la Ibero “Porque, como ha escrito José Antonio Crespo, votar por el partido "menos malo" equivale a comprar la fruta menos podrida, en lugar de presionar al vendedor para que -de ahora en adelante-venda fruta fresca. Equivale a decir que México no puede aspirar a más”

Claro… pero cómo “presionar al vendedor” ¿haciendo un berrinche? ¿cruzarte de brazos en la casilla y decirle “a ti no te compro”? Hay que tener en cuenta que el voto es el único vendedor, la única herramienta que te da papi gobierno. A ti te encanta la Papaya pero esta podrida —o puede ser que no esté tan podrida, tan solo está embarrada de boñiga que le lanzó la manzana— pero podrida o no, tienes hambre… y aunque suene a cliché, tienes sed también. Cómete la papaya y sal a la calle a buscar todas esas acciones que reparen el sistema. A poco crees que si llega el día de la elección y el 8% —dudo que se logre más— son votos nulos, el IFE va a decir “a la gente esta inconforme” hay que cambiar ¡Por supuesto que no! Esos “servidores públicos honestos y apartidistas” se van a dedicar a contar votos y hacer su chamba.

Mejor elije un diputado… no, no, no, mejor exígele al diputado que gane que te oiga, pon una alarmita y escríbele un mail cada tercer día. Pídele que cambie las leyes, junta a tu gente y haz que cada uno le mande un mail exigiéndole cuentas. Es una joda, pero las jodas casi siempre traen más beneficios que los berrinches. Creo que estaría mejor convencer a cada uno de los que van votar nulo, que después de hacerlo se la pasen chinga y jode a la gente que no escogieron. Porque a final de cuentas alguien va a llegar al poder y consumir sus impuestos. Elije (si quiere) la fruta que sea totalmente lo opuesto a la que menos te gusta y gane o no, haz que te escuche.

Hay una parte de un párrafo de la carta esa con el que coincido “Por ello tendremos que pensar en acciones que contribuyan a sacudir, a presionar, a protestar, a rechazar, a manifestar la inconformidad, a reconfigurar una democracia altamente disfuncional. Por ello (nota mía, ¿Denise Dresser pone “por ello” dos veces seguidas, bueno démosle el beneficio de la duda) habrá que proponer medidas que combatan la inercia y generen incentivos para mejorar la representación.” Pero ¿cuáles son esas acciones? Ella lo pone como votar nulo. Yo no creo, yo creo en una mayor participación y específicamente en las boletas, creo más en el voto de castigo.

Es cierto el voto nulo es muy ruidoso y puede que signifique algo, pero en una sociedad nulamente participativa va a provocar que los que sí ganen ignoren a “la bola de revoltosos” porque no tienen un poder fáctico. Para que el voto nulo sea una herramienta útil tendríamos que estar bajo un gobierno que sirva. Que si a un gobernador —sea precioso o piadoso— lo cachan, lo quiten del cargo y lo metan al bote. Desafortunadamente no es así (aquí no es Suiza). A final de cuentas prefiero usar mi boleta para castigar a que al final se manipule la información y que se publique que los nulos son en realidad abstencionismos y todo mundo calladito.

Siento la misma impotencia ante los gobiernos chafas y libres de todo castigo y por eso creo que la opción no es ir a anular el voto, sino seguir tratando por los otros caminos que la cosa cambie. Creo que es más fácil reparar el sistema que cambiarlo por completo. En definitiva, las opciones que creo darán más frutos son; por un lado castiga al candidato que no te guste, pero más importante aún participa con tu gobierno, oblígalos a que sean tus súbditos.

Por último vale la pena agradecer a la gente que está favoreciendo el voto nulo. No es una opción para mí, pero por lo menos ya cumplieron su cometido: ya le dijeron al IFE y a los Partidos que estamos descontentos. Haya 1, 3, o 50% de voto nulo ya se sabe que algo no está funcionando ojalá que como siempre no se quede ahí.

No hay comentarios: