miércoles, 9 de diciembre de 2009

2012

Realmente no debería estar blogueando. Pero acabo de leer un post de Lete que me hizo que me dieran ganas de escibir. Aunque sea poquito.

El viernes pasado fui al cine. Ya sé que para muchos de ustedes eso es cosa de cada miércoles, sábado o día equis. Pero acá no (por la única razón de que cuesta un huevo; tan solo 16 franquitos -$200- ). Pero tenía que hacerlo, tenía que sacudir tanta escuela de mi cabeza. Y además una peli del apocalipsis no se debe dejar pasar.

Es un buen ejercicio ir a ver 2012 a contar los clichés, las incoherencias, los datos científicos totalmente falsos e inadmisibles. Pero uno no va al cine a ver eso, sino a pasar dos horas de sano entretenimiento. Y por sano me refiero a ver un cagadero: ver la destrucción de... mmm todo. ¡A cómo destruyeron cosas los cabrones! Y que bonito se ve. Es como destruir castillitos de arena (ja, ja, ja, muy chistositos, Jorge y Javier).

Como seguro tu vas al cine cada que quieres, tendrás ya tu opinión formada así que pá qué te cuento la mía.