Antes que todo el mundo reniegue, lo haré yo primero; ahí te van un bonche de quejas tontas, que al cabo pa eso está el blog.
Te recuerdo que el próximo sábado 4 de julio es Ley seca. (para seguir con las putadas eguimos con las putadas). ¿Qué acaso el gobierno piensa que si la gente llega borracha a votar va a haber más votos nulos por que “sin querer” se tacharon varios partidos”? Hazme el (cabrón) favor, para los que no vivimos en donde vamos a votar y vamos a viajar para cumplir cívicamente nos van a recetar un sábado sin jiribilla. Se la rajan.
Lenguaje de oficinista. Ya ni me voy a quejar de la burocracia porque qué tema tan choteado. Pero fui a pelear mi incapacidad a Relaciones laborales. De pronto a media plática le suena el teléfono a la secretaria. Así sin más, ignorándome, contesta.
—Relaciones laborales, buenos días.
—No, no se encuentra: Creo que fue al tocador
Otra vez hazme el favor ¿quién demonios dice el tocador anymore? Eso es como el Alza tu pieza o voy a fregar la loza… okéi, okéi, está bien que no todos usemos el mismo limitadísmo castellano estándar pero ¡¿”El tocador?! Dios Santo, además quién le puso así ¿qué la gente va ahí a tocarse (en realidad no lo dudo ni tantito) o qué?
Eso y que le conté como 8 loquees(es). Tienes que presentarme lo que es un memo, lo que son las facturas de medicamentos y lo que es la receta. Chale, vamos mal.
Otra queja es que mi convalecencia me dejó una diarrea bipolar. Es serio, son los dos polos opuestos o el oriental kagasawa o el italiano tragasticórcho. Pero ya te libraré de mis pláticas de caca.
El Berlitz. ¡Cabrones! Yo les cancelé la clase del viernes (again por mi convalecencia), llamé 6 horas antes y no se pudo quesque “por que ya le pagaron a la maestra”. Ayer me hablan los muy zánganos para cancelar mi clase ¡una hora antes! Y pa’ acabarla de chingar no me la pueden reponer la semana que entra ora que porque se manejan por semana. Me vale, ya sabía que las reglas para reagendar las clases erán rígidas, pero si las van a aplicar que usen la misma vara para todos. Y si no, entonces que la usen como mejor les plazca, Arschlochen!
Pero esa clase cancelada no fue del todo mala, me permitió ir al cine con mis primos a ver los Transformers. No me quiero quejar de la peli porque me da gueva hacerlo ahorita. De lo que me quiero quejar es de los miércoles de cine pal pueblo en estreno de película de verano para niños. En efecto todos esos factores juntos: la perrada, los niños ruidosos, Óptimus hablando en español; de no ser por Megan Fox, las palomitas y los chocolates, y una película que aguanta —demasiado larga, pero aguanta—; habría pasado un mal miércoles.
Ya me voy, tengo que ir a tirar caca a otro lado. Literalmente.
Epígrafe. Quería poner la foto de cuando levanta el cofre del coche en la uno, pero como todo está bloqueado no pude y tuve que poner la foto de Wikipedia. Valió la pena… ver (los borradores de lápiz en) las chichis. Perdón a las lectoras por mis ñeradas, o no.
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