viernes, 12 de septiembre de 2008

Síntomas

¡Oh Dios Santo! ¡Qué mal me siento! Dizque me estoy tratando con homeopatía y ¡qué creen? ¡No funciona! Me siento de la patada y cada vez peor. Ojalá que sea cierto la famosa frase utilizada frecuentemente por los sajones ‘lo más oscuro es justo antes del amanecer’ (“It’s only darkest before dawn’). Porque ahorita, estoy bien metido en las tinieblas. Solo escribo porque se me pasa de volada el tiempo.


Cabe destacar que la blanquísima hoja de word parece parpadear. Un albo estrobo que por intervalos se tiñe de rosa, gris, azul y los demás miembros de la paleta que desfilan tan rápido que no se distinguen. Mi vejiga parece no vaciarse y los recurrentes escalofríos asociados atormentan mi espalda y brazos y parecen sólo recular para arremeter con más fiereza. Pareciese que por arte de alquimia mis lagrimales segregan ácido llenando de asquilines mis globos.

Espero mis síntomas no te aquejen y cuando lo hagan tendrás de dos: o se atiborras de medicamentos alopáticos o te esperas a que la homeopatía haga sus efectos que parecen no tener ningún apuro en llegar.

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