jueves, 9 de octubre de 2008

Montreal. Capítulo IV

Siguiendo el orden cronológico de eventos, corresponde iniciar el relato con los patines. Hemos patinado mucho, aunque no muy seguido. Fuimos a la isla Santa Helena, donde se llevó a cabo el Gran Prix de Montreal y recorrimos el circuito. En la tele se ve bien cortito porque para empezar normalmente son coches, pero además son fórmula 1, y en patines no es tan rápido darle la vuelta. Además de esa vez patinamos un día a la medianoche, de hecho empezamos a patinar a la medianoche. Tranquilos papás, es mucho más seguro de lo que se oye. Empezamos el trayecto a las 12 y llegamos como a la una, estuvimos en casa de unos amigos como 45 minutos y a patinar de nuevo para tomar el bus nocturno de las tres a eme. Estuvo bastante divertido y cómodo porque no hacia el calor que está haciendo ahora.

Hablando del calor, mi mamá recuerda que el subsuelo era la zona más fresca de la casa de Osvaldo, bien, nuestro depa está en el penthouse (de un edifizucho de tres pisos). Si seguimos la lógica de mientras más abajo más frío, imagínense el calor con el que estoy escribiendo y a esto súmenle la humedad. Por si fuera poco está muy bien iluminado, sí, sí, les juro que es una desventaja. Traten de dormir hasta tarde en un país donde el sol se levanta antes de las cinco de la mañana ¡Benditos antifaces del avión! Claro, el que haya luz desde tempra no es del todo malo.

Ahora que tenemos trabajo debemos despertarnos a las 5h30 y con luz se hace más fácil. Ya sé que ninguno de ustedes se puede creer que me esté levantando a esas tremendas horas de la madrugada; es más, ni yo me lo creo, pero por 50$ diarios sí baila el perro. Vengo regresando de mi segunda jornada de trabajo, es mejor de lo que suena; “segunda” significa que regresé y es más que cualquiera de los otros dos trabajos, que por gusto no regresaría. La chamba no es mala, son 8 horas diarias de 7 a 3h15, con dos descansos: uno de 15 y otro de 30 min. La empresa se llama artissimo y si les suena la palabra… sí en efecto termino hartísimo. Pero tengo la tarde libre, ayer por ejemplo ví los Transformers y hoy tal vez vea Harry Potter en ímax.

Creo que se perdió la cronología de la que hablaba al principio pero no importa continuo con lo que sigue de importante. El sábado pasado fui por el día a Quebec. Fuimos con un tour de esos que son de chinos para chinos, pero estaba barato. Yo no tenía ganas de que me estuvieran diciendo a que tomarle foto –como en el centro de Quebec donde está el único McDonalds verde-amarillo y no rojo-amarillo ¡guau, a poco no es algo digno de retratarse?- así que una noche antes le hablé a Annie-Cloude (es la del intercambio, vivió dos meses en la casa ¿ya?). La primer escala fueron las cascadas de Montmorency, donde mis papás comieron una vez con los papás de esta chica. Ahí me volví a comunicar con Annie-Cloude, quien media hora después me rescató de los chinos cochinos. Teníamos cinco años de no vernos y estuvo bien chido platicar con ella. Fuimos a un restaurant y luego a su casa, mi ex casa y hasta coincidí con el papá y el hermano. Fue súper bueno ver a toda esa gente. 

Aparte de esos eventos han habido otros cuantos, pero de menor importancia. Como la clausura del festival de jazz; el concierto de Dolores O’Riordan, ex vocalista de los Cranberries; la presentación por parte de México de los fuegos artificiales, que estuvo buena pero no como la de los demás países; entre otros. Creo que el que más destaca es el partido de México contra Congo en la sub20 mañana, y también está a punto de comenzar el festival de la risa, así que los mantendré informados de ese y demás eventualidades que acontezcan por estos lares.

Les he tratado de llamar mil veces pero tengo mal tino para escoger la hora, a ver si en una de estas si los encuentro. Les mando un abrazo fortísimo.

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