Cuando camino por la calle, o cuando no estoy haciendo algo en específico irremediablemente mi imaginación vuela, y por lo general lejos. Por supuesto el santo de mayor devoción de mi preciada imaginación son—siempre han sido y siempre serán—los superhéroes (y notoriamente los X-Men).
Recuerdo que durante una aburridísima clase en el Anglo se rieron de mí un par de compañeras (de cuyos nombres no quiero o no puedo acordarme) porque con la pluma señalaba objetos que en mi cabeza se levantaban del piso y guiados por mi pluma y poder mental, obedecían mi voluntad. Sin percibir sus miradas, yo pasaba un rato en el que mi telequinesis hacía bailar mesabancos; mientras que ellas veían a un loquito apuntando cosas con el bolígrafo. Después, no aguantaron más e hicieron notar lo risible de mi cuasi-autismo. Cierto, me puse tan rojo como los jitomates, pero sirvió para recordar aquella media hora con la que movía objetos con la mente.
Esta es mi fantasía diurna más recurrente, que curiosamente coincide con uno de los héroes (heroína) más poderosos jamás inventados: Jean “El Fénix” Grey (a manera de paréntesis quiero hacer tributo a la única parte de la cultura del Narco que me gusta: sus cómicos apodos y la forma de nombrarlos). Pero no es la única de mis fantasías. A continuación cito los 4—después del Fénix—más recurrentes, por orden.
Si han seguido este blog—espero que no, qué hueva—no les sorprenderán los siguientes puestos. En el segundo peldaño viene Rémy “Gambit” LeBeau ¿cuántas veces no he soñado en saltar de pared a pared y demás acrobacias? A eso le sumas ser un ladrón excepcional, y lo rematas con hacer explotar cosas. Fascinante. Quizás me atraiga aún más por mi falta de turrubiates nula capacidad para menir y/o robar.
Ya lo he dicho varias veces Wolverine (o “Logan”) es el X-Man que más se divierte y ser casi indestructible es de mis ilusiones más grandes. Poder estar en la azotea de un edificio y atreverme a lanzarme sin miedo porque aunque me rompa sanaré. O recuerdo un sinfín de ocasiones en las que caminando por la calle “sueño” que expulso garras y con la mente veo como corto semáforos, coches y demás imaginariamente desventuradas cosas que se me atraviesen.
Bobby “Iceman” Drake & una versión parecida a Pyro, el que controla el fuego. Esta dualidad me parece importante, entre absorber todo el calor de algo para congelarlo o condensar la energía cercana para crear fuego o bolas de energía. El fuego es claramente más destructivo, pero también es muy inferior en poder. Es muy interesante como se alternan estos dos imaginarios por periodos más o menos iguales. Pero más interesante aún, es por qué nunca se presentan al mismo tiempo. Dejo ese tema abierto para un futuro auto-análisis.
En último lugar—de los 5 primeros lugares—viene Aquaman nadando. No por su inutilísimo poder de hablar con los seres marinos; suficiente tengo ya con un pez beta para tener una buena verborrea de altura (o de las profundidades para seguir a tono). Sino por su capacidad de sumergirse y perderse en la inmensidad de los océanos. De encontrarse—si así lo desea—alejado de cualquier mortal por algún momento. Y mejor aún: irse nadando.
Al final queda la pregunta ¿Por qué mi eterna necesidad de vivir en fantasía? ¿Será que ahora el mundo no se me presenta tan difícil y por eso requiero cada vez menos fantasía? ¿O que he encontrado mis propias características que me hacen especial, mis propios y muy reales superpoderes? ¿O simplemente porque las neuronas se apendejan destruyen con la edad? ¡No! La última opción queda descartada. Sin embargo los remanentes de esta mente infantil se transforman y moldean mis fantasías. Pero no cabe duda, siempre será necesario mantener algo del Reino de La Torre de Marfil con nosotros para lograr ponerle forma a nuestros anhelos más grandes; aunque signifique que en vez de cortar semáforos se habrá de hacer explotar nuestras más sólidas murallas.
4 comentarios:
Pregunto ¿tu imaginación ya no vuela?, ¿ya no tienes más episodios "X-men" durante el día?..
Si estan desapareciendo no lo atibuiría a ser más adulto, o a tener una vida menos complicada, sino todo lo contrario. Si la realidad está matando tus fantasías, yo diría que tu vida se está volviendo menos aburrida.
Porque a mi manera de ver las cosas, los escapes mentales pueden llegar a ser también (precisamente eso) escapes mentales del aburrimiento de la vida de adulto.
jajajaja muy bueno, mi buen Luisfer! Yo también percibía a Aquaman como un cero a la izquierda y no había pensado en lo divertido que puede ser su poder... Comenzaré a tenerle un poco más de respeto. Mis favoritos son:
1. Spiderman y Batman (no pude resolver el desempate).
2. Wolverine.
3. Dr. Manhattan (el mono azul de Watchmen).
4. Gambit (por las mismas razones que tú).
5. Mistique/Camaleón. Poder tomar cualquier forma es algo que se me hace súper-cool.
Muchas veces la fantasía también se apodera de mí, pero en forma de viajes largos en busca de algo, y con espadas en lugar de superpoderes... algo así como el señor de los anillos. Este post está muy interesante! =)
Sorry por la respuesta tardía, pero heme aquí de vuelta. Tuve que hacer muchos nuevos acostumbramientos: sistema operativo y teclado, como ya lo han de haber leído por ahí. Es chistoso ciertamente tengo una vida con muchos retos (a veces más difíciles y estresantes de lo que me gustaría pero en fin)... y tomaré tu comentario, issie, con aprecio y como un "ánimo".
Laion: Spiderman también tiene un lugar en mi imaginación pero creo que perdió gran parte de su encanto con tanta franquicia y mono de plástico, esperemos que no le pase eso a Wolvi. El pedo de Spidey es que a su poder le falta ser más destructivo jeje.
Y en cuanto aventuras épicas a mi me pasa pero con épicas de la vida real, tipo: ¿qué pasaría si... mando al carajo todo y me voy a vivir a Fiji de hippie? ooo -me consiguiese un pasaporte y me quedara a vivir acá para siempre? jajaj y de ahi salen muchas vueltas al asunto jaja
Un abrazo a los dos!
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