Spoiler warning ¡Cuidado lo que sigue te va a arruinar la película de El día que la Tierra se detuvo! Si no la has visto no lo leas, si ya la viste, probablemente compartirás mi crítica.
Control de la tecnología. El alien mayor -el personaje de Keanu Reeves-, que por cierto tiene un nombre bien chistoso, se llama Klaatu (eso sí me gustó), controla la tecnología con solo tocarla. O con tener cualquier tipo de comunicación con el aparato. Por ejemplo, puede dejar inmovilizados a los débiles humanos al hacer que las cosas suenen fortísimo con solo tener una red de blue tooth. El caso es que es no es nuevo; ya lo vimos Heroes, Mikah el hijo de Nikki controla semáforos y cajeros automáticos. El jóven Connor también hace algo parecido en el Terminator de 1984. Y en muchas de las películas de Aliens pasa lo mismo: El día de la independencia es una de ellas. Yo disfruto más en las que no nos dejan sin defensas sino que nuestras armas son insignificantes.
Láser del Robot. Como ya dije el arma del alien era un robot con forma de humano de unos 20 metros de alto. Eso ya también lo vimos con los centinelas de los X-men , además su arma es un láser que sale de su único ojo, que es un visor. Igualito a Cíclope el alias de Scott Summers de los X-men.
Bolas de luz. Se supone que los aliens bajan en bolas de luz, que a final de cuentas son unas bolas multifuncionales: recolectores de especies terrícolas (específicamente nos muestran cefalópodos; y sí, si secuestran a un humano, o bueno toman una muestra del ADN), walkie-talkies mega modernos, y naves espaciales. El problema es que cuando se elevan se ven como bolas de luz, con los rayos en forma de estrella, como cuando manejas de noche y vez la luces de los coches con lentes ¡Se ve tan falso el efecto! Aparenta un presupuesto bajísimo –casi como anuncio del canal de las estrellas. No me explico por qué si vieron que se veía tan chafa, no decidieron hacer bolas extraterrestres con acabado mate, opacas para que no se viera tan chafa. Y para rematar esas bolas no son nuevas son idénticas a la bola que sale en la serie Los 4400. Se dejaron ver muy poco originales. Por cierto, me sorprende que Keanu Reeves con semejante experiencia con la pantalla verde (Matrix) le saliera tan mal su actuación con las bolas.
Destrucción del planeta. Yo disfruto con singular alegría todas aquellas cintas donde el planeta es destruido. Por más falsas que sean. Me gustaron Armagedón e Impacto profundo tanto como El día después de mañana. También Exterminio, Resident Evil, El reino del fuego, Los niños del hombre y las demás versiones del apocalipsis. Incluso El planeta de los simios, que lo único que hace ver de la Tierra es la estatua de la libertad a medio enterrar. Por ese lado bien, aunque les faltó destruir Londres, París, el Capitolio o el Palacio de San Lázaro (uy sí como si alguien se dignara a destruir eso).
Se parece a Toquemos fondo. Tiene un enorme parecido con mi ensayo. Yo propongo qué pasa si la humanidad toca fondo, y ellos proponen que la humanidad debe ser destruida porque está tocando fondo y se está llevando al planeta de corbata. Me hubiera gustado que la peli tuviera un epílogo y ver si coincide con mi punto de vista al mostrar el destino de la humanidad justo después de tocar fondo. La idea central es la misma: un renombrado nóbel dice que cada civilización cambia al borde del abismo y yo propongo que no vamos a cambiar sino hasta que toquemos fondo. Es una notable coincidencia solo que aquí la humanidad cambiará o si no, regresarán las termitas asesinas; y yo propongo que vamos a terminar cambiando por nuestra propia estupidez, sin la necesitad del chicote alienígena.
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