martes, 6 de diciembre de 2011

El trapecio de Tom Hardy

Iba a escribir un post sobre las cosas que me irritan pero al abrir el reader me dí cuenta que el tal Ninja peruano había escrito ya lo mismo. Así que oficialmente asesinó al post original. Qué bueno, porque estaba bien aburrido (por si te quedó la duda te lo resumo en dos líneas. Se me frunce el fundillo cada que alguien corta el espagueti, le pone azúcar o leche a mi café o cada que alguien usa singulares para decir cosas en plural). Mejor escribo de lo que hice el fin de semana.

Con mi más reciente adquisición… quiero decir, con lo que me trajo el niñito Dios (me llegó temprano, me imagino que el jetlag le pega también a las deidades infantiles), disfruté de "comprar legalmente" películas en Internet, seré breve (o quizás no).

Vi Conan el bárbaro ¡por Díos cómo se atreven? Me imagino que al estar tomando la decisión para hacerle un remake a una película de Schwarzenegger (énfasis ridículo en hacer un remake de Schwarzenegger) la conversación ha de haber sido algo así:

--Quiero que tenga mmm: músculo, chichis, ojos bonitos, sexo, mugre, mostros (sic), brujas y dientes feos, sí, sí, eso seguro vende—manifiestan el magnate productor.
--¿Osea cómo? ¿quiere que tenga todo eso y ya? ¿nada más?—pregunta el director consternado.
--Sí, sí, quiero eso, ya te lo dije ¿o quieres que te lo repita?
--Okei, okei ¿y en qué orden lo quiere?—pregunta el director perdiendo la paciencia
--No importa, tú échale, con que lo tenga será un exitazo, ya verás, como dije: músculo, chichis, etc
Ya desesperado el director pregunta—Oiga señor ¿de casualidad no gusta también p.ej. un barcotote?—dicho con el tono más sarcástico que logró producir.
--¡Uuuuy buenísima idea, me late, ponle un barcote!—Dice entusiasmado el productor
--Pero señor ¡¡la película no puede tener barcos se desarrolla casi toda en el desierto!!—dice el director arrepentido de haber preguntado por el barco.
--¡ME VALEEEEE, ahora lo pones! ¡¡¡¡¡Ponle un puto barco en el desierto aunque lo tengan que cargar millones de esclavos!!!! Obedece o te despido aaa una cosa más ¿cuántos millones dices que quieres?—saca la chequera—y si puedes haz que se parezca al Señor de los anillos ¿oíste?´
--Siseñor

Por supuesto la conversación es falsa porque hice quedar bien al director (Marcus Nispel) quien claramente es un asno también. Pero he de admitir que disfruté la total absurdidad de esos 112 minutos.

La otra película fue el highlight del fin de semana: Warrior. Es de esas pelis que si bien no es particularmente buena, es un tanto predecible y sobretodo es muy irreal, te deja—aun así—un buen sabor de boca. Para rematar está llena del nacionalismo Yanqui que tanto odio, pero aún con todo eso en contra, acabé feliz. Creo que se lo debo en parte a Tom Hardy, quien se ha convertido en mi actual role model, me encanta que sea un mamonzazo, que escurra masculinidad, que te inspire cero simpatía y—para rematar—me da envidia lo sobredesarrolladísimo de su músculo trapecio (alguien sabe donde puedo comprar un par, se ven de pocamadre). No puedo esperar a ver cómo le rompe el queso a Christian Bale cuando la haga de Bane. Bueno, la peli vale la pena por él y por la desmesurada cantidad de patadas y puñetazos.

El tercer y último clímax del fin de semana es cuando en Over the Hedge (Vecinos invasores, creo que le pusieron en castellano) la ardillita le da un trago al redbull y es como si le hubieran dado tachas intravenosas, creo que no dejé de reírme por cinco minutos.

Eso es todo ya puedes volver a lamentarte de haber desperdiciado doce minutos en leer un post de dudosa calidad.

Epígrafe. Esta es mi entrada número doscientos. Bien por mí.

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