Seleccioné el método AHP para este fin. El proceso de jerarquía analítica, AHP por sus siglas en inglés ¡Momento! en español las siglas son PJA ¡Joder tío: me quedo con estas siglas! PJA, llamémosle el método Paja. El método Paja se utiliza para seleccionar personal, en específico, líderes. En especial cuando hay varios candidatos para un solo puesto en basados en las características de cada persona y del puesto en cuestión ¿Candidatos? ¿Líderes? Se me ocurre que es un método óptimo para elegir al supremo líder de nuestra grandiosa nación.
El método Paja se basa en priorizar (o jerarquizar) las parámetros que están siendo analizados al momento de decidir qué persona se va a quedar con el puesto. Por ejemplo, para cubrir la vacante como recepcionista de hotel en Puerto Vallarta será más importante que la persona hable inglés, a que si sabe manejar camiones. En cambio, el puesto de surtidor de Zeta gas requerirá que la persona maneje bien y si habla o no inglés, será irrelevante. De esta forma el método Paja te permite aplicar una vara específica para cada puesto ¿Quién determina entonces cuáles son dichos criterios? Pues será el agente de recursos humanos. En este caso yo juego ese papel pues se trata de elegir al servidor que a mí más me convenza (al cabo es mi pinche voto).
Mis criterios como “agente de recursos humanos” para este sexenio son: Derechos LGBT+, combate a la corrupción y seguridad, política de energía renovable y medio ambiente, educación y política exterior. Pero lo que no sabía es en qué orden de importancia en relación a los otros criterios. El método Paja te permite jerarquizarlos y te los devuelve en forma de entendibles porcentajes. Así pues, obtuve estos porcentajes que dejan claro cuales son, para mí, las prioridades y qué tanto peso llevan. Al final te explico cómo llegué a estos porcentajes porque en lo que llego al grano habré perdido tu atención.
Teniendo ya la ponderación (los porcentajes) sólo me resta darle una calificación (del 1 al 10) a cada candidato para cada tema. Ya después hago una suma ponderada para obtener una calificación final. Mis resultados son estos (Tablas 3 a 5):
En combate a la corrupción AMLO y Anaya se llevan sendos un 5. Anaya propone por lo menos hacer todas las transacciones digitales y por tanto traceables. AMLO no ha propuesto nada, salvo predicar con el ejemplo. Ponle que le crea a López (es decir un 6) pero el equipo que trae no me da buena espina y por eso no le doy más que un 5. Y bueno Meade, es decir el PRI, se llevó un redondo cero. Creo que no tengo que explicar por qué ¿o sí?
En derechos LGBT+ le doy al PAN un 3 porque pues PAN, pero no un cero porque Anaya ya dijo que la resolución de la Corte no la va a echar para abajo. Le doy dos puntos extras por estar con el PRD y con MC que se han portado bien. Un 5 me parece nota representativa. A AMLO le doy un 5 porque en su tiempo en el DF se fortaleció el movimiento. Pero me desespera de sobremanera que no tenga una opinión al respecto (en mi ojos eso es signo inequívoco de carencia de huevos) y que quiera ponerlo a consulta ciudadana, por eso le quito un punto. De los cuatro que le quedan le quito dos por estar aliado con el PES quien es abiertamente homófobo, con lo cual AMLO obtiene un sólido 2. De Meade no digo más por culpa de Javier Duarte.
El último tema que toco es el de las energías limpias. Ahí sí Anaya se lleva de calle a López. Anaya dice que ve un negocio en la energía solar; López Obrador se muestra ofendido por poner grandes “ventiladores” para generar energía “eótica” (sic). Además su política energética se basa en construir refinerías. Como ingeniero ambiental me atrevo a decir que el petróleo debe ser cosa del pasado, no porque se nos vaya a acabar sino porque la atmósfera no nos alcanza para guardarlo despues de quemarlo. El que no me crea, que voltee a ver su termómetro. De Meade no digo más por culpa de la casa blanca.
Ya con las calificaciones y la suma ponderada de estas, concluyo que el candidato que más satisface mis objetivos de manera lógica es Anaya. Sin embargo, reitero que esta jerarquización está basada en mis criterios y solo en los míos. Por tanto me dí a la tarea de generar un escenario más, la del mexicano promedio. Si eres unx mexicanx cisgénero heterosexual probablemente los derechos LGBT+ no estén en tu agenda y te importe más el precio de la gasolina que el cambio climático. Además, probablemente estés hartx del actual gobierno. Es por eso que reemplacé los LGBT+ por “hartazgo PRIAN” y actualicé los resultados.
Con esto en cuenta, me queda muy claro que el Peje le ofrece a muchos una opción más factible, más esperanzadora. Personalmente creo firmemente en el poder de la alternancia y estoy orgulloso de nuestra no reelección que defendemos a capa y espada cual gringo a su segunda enmienda. Por eso no le tengo miedo a que gane López Obrador y por la misma razón no juzgo a los que votan por Morena. Simplemente mi jerarquización es diferente a la suya, pero eso es parte de la democracia.
Por último me queda claro que la política en la Tierra está hecha por humanos y que los humanos votan con el estómago, a diferencia de los vulcanianos, que lo hacen con la lógica. Como ingeniero humano sustenté mi decisión tan lógicamente como pude y te sugiero hagas lo mismo. O no, al cabo el voto es libre y secreto. Me despido deseándote:
¡Larga vida y prosperidad!
Anexo:
Método ¿Cómo obtuve mis porcentajes?
El método de (Saaty ,1980) postula comparar los criterios en una matriz. De esta forma se comparan uno a uno y la matriz se lee como tabla de futbol. Los resultados se colocan en una escala del 1 al 10 contestando la pregunta ¿qué tan más importante es el criterio x respecto al criterio y? Y se les da un valor del uno al 10. Por ejemplo, en la tabla 1 yo comparo el combate a la corrupción con la energía limpia y le otrogo un 5. Es decir el combate a la corrupción es cinco veces más importante que las energías limpias.
Después de hacer un par de sencillas transformaciones matemáticas se obtiene la dicha jerarquización en forma de eigenvectores, o porcentajes. Las fórmulas son realmente sencillas pero no las voy a explicar porque la literatura en internet lo hace mucho mejor. Te recomiendo este paper que aunque le encontré un error de cálculo, el método lo explica bastante bien.
Teniendo ya la ponderación (los porcentajes) sólo me resta darle una calificación (del 1 al 10) a cada candidato para cada tema. Ya después hago una suma ponderada para obtener una calificación final. Mis resultados son estos (Tablas 3 a 5):
En combate a la corrupción AMLO y Anaya se llevan sendos un 5. Anaya propone por lo menos hacer todas las transacciones digitales y por tanto traceables. AMLO no ha propuesto nada, salvo predicar con el ejemplo. Ponle que le crea a López (es decir un 6) pero el equipo que trae no me da buena espina y por eso no le doy más que un 5. Y bueno Meade, es decir el PRI, se llevó un redondo cero. Creo que no tengo que explicar por qué ¿o sí?
En derechos LGBT+ le doy al PAN un 3 porque pues PAN, pero no un cero porque Anaya ya dijo que la resolución de la Corte no la va a echar para abajo. Le doy dos puntos extras por estar con el PRD y con MC que se han portado bien. Un 5 me parece nota representativa. A AMLO le doy un 5 porque en su tiempo en el DF se fortaleció el movimiento. Pero me desespera de sobremanera que no tenga una opinión al respecto (en mi ojos eso es signo inequívoco de carencia de huevos) y que quiera ponerlo a consulta ciudadana, por eso le quito un punto. De los cuatro que le quedan le quito dos por estar aliado con el PES quien es abiertamente homófobo, con lo cual AMLO obtiene un sólido 2. De Meade no digo más por culpa de Javier Duarte.
El último tema que toco es el de las energías limpias. Ahí sí Anaya se lleva de calle a López. Anaya dice que ve un negocio en la energía solar; López Obrador se muestra ofendido por poner grandes “ventiladores” para generar energía “eótica” (sic). Además su política energética se basa en construir refinerías. Como ingeniero ambiental me atrevo a decir que el petróleo debe ser cosa del pasado, no porque se nos vaya a acabar sino porque la atmósfera no nos alcanza para guardarlo despues de quemarlo. El que no me crea, que voltee a ver su termómetro. De Meade no digo más por culpa de la casa blanca.
Ya con las calificaciones y la suma ponderada de estas, concluyo que el candidato que más satisface mis objetivos de manera lógica es Anaya. Sin embargo, reitero que esta jerarquización está basada en mis criterios y solo en los míos. Por tanto me dí a la tarea de generar un escenario más, la del mexicano promedio. Si eres unx mexicanx cisgénero heterosexual probablemente los derechos LGBT+ no estén en tu agenda y te importe más el precio de la gasolina que el cambio climático. Además, probablemente estés hartx del actual gobierno. Es por eso que reemplacé los LGBT+ por “hartazgo PRIAN” y actualicé los resultados.
Con esto en cuenta, me queda muy claro que el Peje le ofrece a muchos una opción más factible, más esperanzadora. Personalmente creo firmemente en el poder de la alternancia y estoy orgulloso de nuestra no reelección que defendemos a capa y espada cual gringo a su segunda enmienda. Por eso no le tengo miedo a que gane López Obrador y por la misma razón no juzgo a los que votan por Morena. Simplemente mi jerarquización es diferente a la suya, pero eso es parte de la democracia.
Por último me queda claro que la política en la Tierra está hecha por humanos y que los humanos votan con el estómago, a diferencia de los vulcanianos, que lo hacen con la lógica. Como ingeniero humano sustenté mi decisión tan lógicamente como pude y te sugiero hagas lo mismo. O no, al cabo el voto es libre y secreto. Me despido deseándote:
¡Larga vida y prosperidad!
Anexo:
Método ¿Cómo obtuve mis porcentajes?
El método de (Saaty ,1980) postula comparar los criterios en una matriz. De esta forma se comparan uno a uno y la matriz se lee como tabla de futbol. Los resultados se colocan en una escala del 1 al 10 contestando la pregunta ¿qué tan más importante es el criterio x respecto al criterio y? Y se les da un valor del uno al 10. Por ejemplo, en la tabla 1 yo comparo el combate a la corrupción con la energía limpia y le otrogo un 5. Es decir el combate a la corrupción es cinco veces más importante que las energías limpias.
Después de hacer un par de sencillas transformaciones matemáticas se obtiene la dicha jerarquización en forma de eigenvectores, o porcentajes. Las fórmulas son realmente sencillas pero no las voy a explicar porque la literatura en internet lo hace mucho mejor. Te recomiendo este paper que aunque le encontré un error de cálculo, el método lo explica bastante bien.